cada tanto necesito visitar
a la niña que soy
para que me enseñe
lo que tengo de ella
voy por un camino de tierra hasta su casa
es su infancia la que abre y me recibe
con asombro
quizá reconoce lo que tiene de mí
entonces nos quedamos hasta conmovernos
con el corazón tranquilo
la anciana que somos
un día
vendrá también
podría ser
ahora
nos miraríamos con la misma ternura
sin buscar
sabiendo
C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario