sentada en el escritorio con una tasa de té de miel jengibre y naranja
pienso en las agenditas de teléfono que teníamos en la casa familiar
cuando hacía de hija y de hermana bajo el mismo techo...
en alguna de esas agenditas debe haber estado el número de mis amigxs de la guardería y del jardín
cuántas veces regresé a la casa de Wanda Leliwa con mi imaginación
encima de la relojería en el centro de Cruz del Eje
todavía soy capaz de volver a visitarla a esa edad
porque me atrae el paisaje de la memoria
y porque entonces la quise
en otra libretita el de la Meli, Elizabeth, la Ceci, Mirna, Marcos, Pablo, Nazareno
del que estaba enamorada mi hermana más chica en Arroyito
y para equiparar
su hermano menor un día me declaró su amor en el living de casa
en todas las agendas debe haber aparecido el teléfono de la Flori y el Facu
porque nuestrxs viejxs y sus viejxs son amigos de la adolescencia
en las hojas de unas y otras están los números de lxs que se murieron
sería cuestión de conseguir un teléfono fijo y llamar
a ver si algunx atiende distraídx en otro tiempo espacio
como cuando paso en la bici por plaza España
y me acuerdo del departamento de lxs Juarez
que después tuvieron una casa en barrio Jardín
pero yo insisto
pedaleo y miro hacia el costado
y sé que todavía soy niña ahí
y estamos todxs vivxs y alegres
jugando
mientras el día avanza
C.