sábado, 28 de agosto de 2021

 
15 de febrero, despejado
 
ella espera
que se unifique esta porción de luz
con su consabida sombra
para que el equilibrio
cante en los colores de un colibrí
detenido instantáneamente
sobre el alambrado
 
 
 
28 de abril, soleado y cálido
 
la incertidumbre se desvanece
en la pregunta pronunciada
y en el abrazo que le sigue
el río
va como cada día
saludando a las piedras
 
lo importante en eso
 
 
 
29 de junio, nublado y frío
 
los hechos inesperados
generan una inquietud aparente
la luminosidad refracta entre las nubes
se torna visible el sol
que hace crecer
al tiempo de la tierra milenaria
 
¿qué utilidad tiene el desasosiego?
 
 
 
23 de agosto, despejado con intervalos nubosos
 
se mece en la ternura
que elige con cuidado dónde asentar el pie
atender es una forma del cariño
templar al fuego
para cobijar en las horas
lo valioso
 
C.
 

jueves, 12 de agosto de 2021

la vida me regaló una hermana a la que amar
a quien dejarle mi ser en reposo
también en las tormentas
una hermana con la sabiduría de la tierra 
que conoce sus ciclos 
me regaló un ahijado
no hay palabras para nombrar la brisa del ahijado en el mundo
la conmovedora alegría de saber que existe
todo abierto a dar y recibir 
canción de la luz
indefensión en fortaleza
perfumito a brote
un ahijado me regaló este pacto de atender
de volver al corazón 
a su lenguaje
 
C.

sábado, 7 de agosto de 2021

Hicimos el hueco adelante de uno de los cactus grandotes, al lado de las buenas tardes que están sin flor por la época. En realizad lo hizo Carmen, porque yo había estado más temprano con unos trasplantes que esperaban hace meses.

La tierra es seca y dura. Seis trasplantes en un día y nació una ampolla en mi palma derecha y se reventó. El proceso entero en el trasplante. El trabajo con los últimos plantines fue más lento y cuidadoso, con la mano herida.

La vez anterior que me lastimé fue cuando iba a venir el Jose a tomar unos mates. Me corté el costadito externo del dedo medio de la mano izquierda, a la altura de la uña, queriendo separar dos rodajas de pan negro frizadas, para hacer tostadas. Lo que me cortó fue el cuchillo, pero lo que movió el cuchillo hacia mi sangre fue un pensamiento filoso. Después de una década hay miradas que me invitan a estar presente en el momento, a prestar atención.

Preparamos ofrendas en platos de postre y cuencos. Granos, semillas, hojas, harinas, verduras, frutas. Combinamos texturas, tamaños y colores. Nada así nomás, más bien delicado para la mamá Pacha. Y acercamos unos licorcitos y agua y té de coca para convidarla también.

Ahora tengo el dedo sano y la palma de la mano cicatrizando velozmente. No había profundidad. Apenas levantadas esas primeras capas de la piel.

Las plantitas en la tierra estarán acomodando sus raíces.

En cuarto creciente a nueva se recomiendan los trasplantes, porque la fuerza está en la raíz.

Cuando estuvo todo listo prendimos un pequeño fuego y pusimos una lonita en el suelo, al lado de donde cavó Carmen. Y nos arrodillamos las dos, tapadas con el mismo aguayo, en silencio, en gratitud, en el patio de casa.

Y le ofrendamos a la Pacha un poquito de esa abundancia que nos da, y les hicimos unos tragos a los licores. Y nos vino la carcajada, porque tuve la idea de que probáramos los piñones que permanecían adentro de uno de ellos hace años, y estaban horribles.

Una carcajada arrodilladas en el suelo con mi hermana más chica. Otro regalo para la Pacha. El más preciado.

Después llegó la Sil y se sumó al ritual.

No volvimos a coincidir con el Jose. Está bien, a veces no nos entiendo, pero está bien.

Tomo sol en el pasto y agradezco.

Todo lo que vive reverbera. Yo miro lo que brilla para aprender.

C.


domingo, 1 de agosto de 2021

cada tanto me desordena el viento
el ánimo se revela y yo no sé estarme así 
a la intemperie
se me vuelan las cosas
se desarma la calma y me resisto a su fuerza
hasta que quedo lisita como digo yo cuando quedo mansa
porque no se puede luchar contra el viento y no perder
sobre todo el viento norte
me remueve los nervios
me llena la boca de polvo
como si me olvidara las raíces 
como si no supiera que fue el viento
el que trajo la semilla
el que condujo la nube que llovió 
y me entregó esta vida
sorprendente y fugaz 
como una estrella

C.