martes, 4 de agosto de 2020

de niña quise ser monja
me gustaba sentir en el corazón y en la mente
esa experiencia de calor brillante
que asociaba a dios
no sabía lo que era una monja en realidad
pero me conmovía lo sagrado
después me olvidé
y entregué mis ojos para el mundo
y el corazón habló
también
como a la niña
y dejó que las plantas y el río
la urdimbre y la tierra
la luna
sembraran sabiamente
y un perro limpiara la aspereza
lo mismo que el agua bajando en la canilla
de una casa difuminada por el sol

C.

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