sábado, 8 de junio de 2019

Dos días vino la misma mariposa hasta mi pieza

después de él
que nadie esperaba y que llegó partiendo
vine yo
a buscarlo
de día en día
como esa tarea fundante y silenciosa
que se realiza aún sin darme cuenta
y cada vez que lo encuentro y lo reconozco
comprendo que tengo que soltarlo
como a un globo con helio
para verlo subir y agradecer
-a veces cuesta más-
hasta que deje
su memoria volando por ahí
tranquila
descansando del rodeo inquieto de mi sangre
y todo esté en su justeza
en su equilibrio
y mi hermano sea para mí una mariposa
un mandarino
el mar
antes de que lo busque
y que lo encuentre
en una feria en una casa en cualquier bar
sosteniendo la vida humana
con alguno de sus nombres

C.

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