domingo, 29 de mayo de 2011

ruidos





















Alguna vez sintió
tanto silencio
que creyó escuchar la turbina de un avión
que iba desde Colombia hasta las playas de Australia,
los lugares del mundo que se alejaban cada vez más...
Prestó atención y escuchó: el vecino de la casa infante
cortando el pasto un domingo,
a pesar de que era Jueves,
el jueves de un Hermoso Sol.
Escuchó también a los pájaros del amanecer
a las cinco de la tarde.
Y se quedó bien quieta,
hasta que prácticamente oyó
las caricias que sea hacían
las flores del árbol de mandarinas
del patio de su abuelo

L.

3 comentarios:

  1. por dios mujer! qué belleza! qué capacidad de hermosura y profundidad tenés! lo fui saboreando mientras leía, se queda adentro... gracias! beso con cielo caprichoso

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  2. pero muchas gracias amiga de mi corazón!! me alegro mucho que ta haya gustado..te quiero mucho, pero mucho besos gigantes

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