martes, 1 de marzo de 2011

Sin llaves y a oscuras


Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás de mí, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro
la basura en la mano.


En "El Salmón", de Fabián Casas

1 comentario:

  1. me encanta este poema, y creo que a todos les debe haber pasado, quedarse unos segundos, paralizado, ante un momento imprevisto que te hace dudar de todo, pasillo oscuro, las voces del otro lado...y la basura en la mano!!

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