lunes, 10 de mayo de 2021

con cuánto miedo
con cuánta desolación
me miraron
esos hombres violentos
que trataban de cambiarme con insultos
esa misma expresión de desconfianza 
de las autoridades escolares
e incluso de alguna amiga de alguna hermana
¿no estaba acaso desolada yo? ¿desconfiada de mí?
¿temerosa como una criatura en la soledad de la noche?
¿cuánto odio había acogido en mi casa mi cama mi propio cuerpo
los ojos de sentir el mundo?
una vez una mujer se me acercó
después de escucharme recitar poesía
para decirme que no podía salir del círculo de la violencia
que estaba tan hundida
tan humillada
que no confiaba en sí misma
yo no supe qué hacer
le dije que estábamos nosotras juntas
y que yo confiaba en ella
como confío en mí
desde que elijo las miradas para verme
con responsabilidad
con delicadeza
con compasión
con cuidado
con respeto de mí
con gratitud al árbol y al corazón humano
a su sabiduría
y puse límites límites límites
a las miradas limitantes desde mí sobre mí
y me expandí en la danza del aire
en el silencio que aclara
en la palabra amorosa de otres
encendida
entregada y plural
sin esfuerzo
ligera
generosa

C.


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