jueves, 20 de septiembre de 2018

Mudanzas

se está vaciando el dolor
antes lo usaba mucho
lo alimentaba
procuraba vestirlo
con las mejores ropas disponibles
le daba mi voz firme
mis horas de descanso interno externo
comí gracias a él
fui bonita o me lo pareció
andaba con su nombre a punta y fuego
le di todo lo que podía darle
hurgué
reconocí
me fui de boca
de pies
de garganta al suelo
lo saboreé hasta gastarle el gusto
lo sentí hasta que fue lejano
agoté la intensidad de su mordida
por dejarme comer
aveces
se aproxima momentos
pero ya no se queda
no me deslumbra
no me entretiene
no me convoca tanto como el río
como las flores del pomelo
como mi carne blanda pero amable
como los besos de un perro conocido
como el arrullo de la siesta
los cambios de luna
la esquina de casa donde se acuesta el sol

C.


No hay comentarios:

Publicar un comentario