martes, 22 de julio de 2014

Acontecimientos


  • a la camilita de domingo hermanita del sur y del corazón, y al amiguito lucas tejerina que si podía pedir algo pidió que trajera nieve

  • llovió toda la noche se sentían las gotas en el techo en la ventana jugando a caerse chistando haciendo su bochinche diminuto infantilísimo de recién naciendo de apenas despertando de la ubre celeste llovió toda la noche y de mañana la lluvia se hizo nieve por el pasto y por los pinos las calles y los autos encima y abajo de los niños de la sorpresa y la alegría de los niños nieve que vi bajar despacio como espuma casi copitos que se unían a otros copos asambleas de copos abrazados convirtiéndose en montañas brillantísimas o en toboganes perfectos o en bolitas veloces para atacar a valientes de 6 años o más miré durante horas caminé durante horas hasta empaparme los pies los zapatos inadecuados los dos pares de medias las uñas los dedos y las plantas humedísimas de blancura suave de escarchas alfombradas de pelitos de nube observé y anduve por ella durante horas casi con ganas de llorar casi con ganas de llover profundamente las propias claridades los simples desprendimientos las ternuras pensé en la gente del alto la gente pobre pensé en la hermanita trabajando para calmar los fríos de ese pueblo todas las heladas carentísimas permanentes heladas de exclusiones múltiples y también pensé que no sería justo culpar a la nieve ni a la lluvia lloviendo indiscutible ni a la crecida del agua en cualquier forma ni al granizo ni a la víbora ni a los vientos ni al pájaro si hay que culpar a alguien por favor que no sea al pájaro y menos a la nieve bellísima enmagiada leve y dulce que va lavando el lodo de los ojos
    C.

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