lunes, 7 de octubre de 2013

Infancias

                        a todas las niñas que fui y que siguen siendo

I
estudiaba piano
no por palpar las negras y las blancas
más bien para escuchar al viejo maestro que tenía
él apenas llegaba abría la tapa del piano del hall
y empezaba a jugar entre las teclas
yo desde arriba lo escuchaba
inventar la música
que no existía sin él
me quedaba un rato escondida de su vista
oyéndolo golpear
produciendo el universo con los dedos
construyendo la fuga del dolor
abriendo las flores
despertando
después bajábamos las escaleras
mis pocos años y yo
acomodábamos el taburete
y empezaban las escalas
ansiando en el final otro comienzo
donde el viejo
               tocara


II
el teatro san martín es enorme
tiene miles de salas y salones
y aulas y rincones y pasillos
de chica estudiaba danza en el seminario
me acuerdo de los baños de cada piso
en donde nos cambiábamos y jugábamos
a cualquier cosa
e invetábamos escondrijos donde contar secretos y soñar
el escenario estaba ahí
su omnipotencia
yo en cambio rescato los vestuarios
esos lugares incorrectos y fugaces
                                    en los que fui feliz

C.


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