desde siempre hubo un árbol en mi corazón
significativamente grande y asentado
de raíces tranquilas y flexibles
verdecido en verano y en invierno
de niña no lo visitaba
el árbol hablaba en mí
y deslizaba sus frutos en mi boca
y yo me alimentaba sin preguntar
porque existía en la respuesta
y vivía en este mundo
poderosamente
enfrentando el miedo que me dieron
segura de su pureza
hubo un tiempo oscuro
donde anduve muy lejos de su sombra
¿creen que se secó alguna rama?
¿que se enfermaron de cochinilla algunas de sus hojas?
¿que les faltó magnesio
nitrógeno
fósforo
hierro
potasio?
el árbol subía la savia con elegancia
sencillamente
y verde se veía su copa perenne
y sonreía al sol agradecido
y los árboles a mi alrededor
refractaban su mensaje majestuoso
a orilla de los ríos
en las veredas
al interior de los patios de las casas amigas
solo pude escuchar a algunos
ínfimamente
y fui sintiendo a mi corazón
caracol brillante
trabajador obstinado de los frutos
clorofila transformando en latido la luz
su música sagrada
C.
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