(...) como si un tigre
reversible
vehemente por su anverso
cantase mansamente (...)
Hilda Hilst, "Cantares del sin nombre y de partidas", 1995.
como la flor del rosal
el interior de los cactus
la superficie de las piedras erosionadas
alisándose
como el pasar del tiempo haciendo bolitas en la ropa
suavizando las sábanas hasta desintegrarlas
las remeras hasta volverlas casi transparentes
así lo que nos salva
con esa ternura
con esa tersura
de vidas y vidas entregadas a vivir
la perfección posible
la cadencia del aire y de la luz
trabajo de hormigas minuciosas y exactas
lava que regresa a lo brillante de sí
impulso orgásmico
bestia
de corazón purísimo
de corazón purísimo
C.
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