jueves, 17 de enero de 2019

yo he sido despreciada y he despreciado
he montado una existencia miserable
mendigando
me se sentido un despojo
y he querido con soberbia
cuando todos mis movimientos resultaban involuntarios
como una piedra milimétrica llevada en la creciente...
¿en qué instante empecé a ser canto?
¿cuándo mi risa sonó dulce como una mandarina
concreta como un repollo
necesaria como un perro o una nube?
¿de qué manera me recibí?
¿cuándo dejé de ser yo y era todas
y la piedrita y la creciente y el río?
¿para qué me supe inmensa como un colibrí?

esta tarde ella me cuenta que anda en bici sin las dos manos
y es poderosa como una tormenta
o como una sola gota de agua
y como el pasto que crece
y la quiere el viento
y el sol que le da nombre
y ella tampoco es yo
es todas
una semilla caída de su mano está siendo sembrada por otras
es nuestro su regalo de respeto en el mundo
su consciencia de luz
cuando una abre los ojos
amanece

C.



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