Es un oso blanco sentado en la nieve.
Entre el oso y la nieve,
lo suave y lo frío.
Si recortara al oso de la nieve
me quedaría con un pedazo de nieve
o un pedazo de oso.
Está demasiado pegado a lo blanco.
Le cuesta saber cuándo se mueve,
porque no ve sus pies caminar.
A veces tiene miedo
de estarse borrando de a poco,
un miedo blanco y espeso,
de no darse cuenta...
L.
amiga es increíble este poema, una imagen llena de fuerza, una terminante reflexión de la soledad estéticamente fabulosa por demás
ResponderEliminarte quiero
muchas gracias amiga por tanto cariño, te quiero mucho mucho,
ResponderEliminarabrazos gigantezcos