cuando llueve el olor del infierno entra en los poros
es un olor de horrores encumbrados
unos encima de otros y hasta el tope
el olor del infierno al infinito
y me niego a taparme la nariz
quiero sentirlo todo
llenarme de ese vaho los pulmones
sentir el olor de la miseria
que ahoga que revuelve que revienta
cuando llueve
siempre es más difícil caminar
esos días de lluvia adentro trepan tripas
y las retuercen sin gusto
una se hunde hasta el abajo
el más abajo y más hondo que se puede
y entonces se pregunta por qué mierda
hay que vivir sin culpas el infierno
y quién vendió el boleto ganador
para zafar de esta muerte regateada
que es el comercio de lujo de tan pocos
y se paren desgracias esos días
pero qué carajo hacemos para odiar
con la fuerza más indócil del amor
y plantarle las flores con la sangre
a la injusticia que impúdica se huele
en el séptimo infierno
cuando llueve.
C.
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