martes, 15 de febrero de 2011
Lo imprevisto
Señor nunca me des lo que te pida.
Me encanta lo imprevisto, lo que baja
de tus rubias estrellas; que la vida
me presente de golpe la baraja
contra qué he de jugar. Quiero el asombro
de ir silencioso por mi calle oscura
sentir que me golpean en el hombro,
volverme, y ver la faz de la aventura.
Quiero ignorar en dónde y de qué modo
encontraré la muerte. Sorprendida
sepa el alma a la vuelta de un recodo
que un paso atrás se le quedó la vida
Conrado Nalé Roxlo (de El grillo, 1923)
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