sábado, 26 de febrero de 2011

De jujuy II






































Esta vez el paisaje y yo estábamos desencajados. Las personas llevaban al mareo y el mareo a las personas. No estás mareada, no estás mal, caminá bien, derecha, hablá claro…ves eso en el cielo?... Yo también lo veo… eso decía él que no dura nada, ni siquiera su momento, porque ahí no estaba, y yo estoy más acá que ahí. Cómo hará para retumbar tanto, entonces, que va haciendo como cosquillas... Estábamos en el río porque se necesitaba cielo y aire, llegaba gente todo el tiempo, hasta que alguien dijo <cabañita>, y ahí fuimos todos en una o dos camionetas, buscándole la vuelta a no poder dormirse. Había esta tal cabañita, una casa donde nos hospedábamos acá, donde volví en poquitos días por puro amor frustrado por este pueblo, llena de gente desconocida, y un chabón tocando la guitarra, cantando con toda la cavidad de su voz y sus adentros. Tocaba a oscuras, y la luz de una linterna iba condensando historietas en sombras chinescas, sobre la pared de atrás, arriba, hipnotizándonos a todos. Un cocodrilo sin parar le devoraba la cabeza, o se la succionaba como el tubo de un alien. Las otras personas en sus viajes se reían de a convulsioncitas, yo miraba embriagada, lo respiraba hasta el sueño casi profundo, despreocupado, de una espera tranquila y quieta. Sabía que después venía esa violencia discreta, sorda, una sed tan patética, tan de noche, de noche de entresueños, esos que uno se saca de encima o bien si se termina de dormir y se hunde, o bien si se despierta. En las yemas quemaba una piel como conocida de antemano, de antemano recorrida y dibujada. Las palabras en cambio llevaban al vacío más triste: “amoramor” decía sin mirar, sin hablar…Una espera tragada hoy de a recuerditos del dormitar, de querer volver y hacer otra cosa, de querer volver y que él sea otra cosa, mientras yo también, de querer volver a algo que no pasó, que ni está por pasar, que no hay que morder, sino a lo que se pueda volver para adelante...No hay porqué, es cierto, decir siempre como te llamás de dónde sos a dónde vas…siempre lo mismo… salud…

L.

1 comentario:

  1. querer volver a algo que no pasó... que no hay que morder, sino a lo que se pueda volver para adelante! amiga tus palabras se ajustan tan bien al dilema del tiempo sin tiempo del deseo.
    será que una y otra y otrxs seguiremos descolgando guirnaldas de los entresueños pa ver si encontramos un lindo rincon humano donde colgarnos los colores.
    te quiero bonita! mimos de siempre!

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