la vida me regaló una hermana a la que amar
a quien dejarle mi ser en reposo
también en las tormentas
una hermana con la sabiduría de la tierra
que conoce sus ciclos
me regaló un ahijado
no hay palabras para nombrar la brisa del ahijado en el mundo
la conmovedora alegría de saber que existe
todo abierto a dar y recibir
canción de la luz
indefensión en fortaleza
perfumito a brote
un ahijado me regaló este pacto de atender
de volver al corazón
a su lenguaje
C.
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