Miren, no sé cual es la queja, yo volé la casa a soplidos porque tengo una gran capacidad pulmonar y porque me harté de llamar a la puerta y porque estoy furioso y, en última y primera instancia, porque soy lobo, y en esta historia soy "el" lobo.
Y en los cuentos manipuladores como éste siempre alguien tiene que ser negro y peludo y dientudo y feroz, y soplar y destruir la chocita desvalida del otro, que no se hace cargo de que la hizo así nomás y de que en tres soplidos se viene abajo.
A mí en esta historia me dieron este trabajo y lo hice lo mejor que pude.
¿que si en tres soplidos y no en uno? ¿que si comerme una abuelita o una nena con caperuza roja?...
Yo no soy el conejito celeste ni una trabajadora social. Yo soy el lobo señoras y señores, no sé cuál es la queja.
C.
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