viernes, 22 de julio de 2016

Cabalango IV

pies descalzos en las piedras que sostienen al río
sol de otoño en la siesta
escucho atentamente
el murmurar del agua
el ulular del viento
como mandarinas
y después
me restriego los ojos
me toco la cara
vibra toda la infancia
en ese olor

C.

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