entré a comprar puchos
entonces empezó el olor
todos los que estaban
levantaron un pie y después el otro
(yo inclusive)
pa ver qué afortunado pisó mierda..
ninguna suela manchada
era así
las caras desconcertadas evaluaban el kiosco
buscando la heladera o el producto
que emanaba pudriciones semejantes
hasta que adolfo apareció en la puerta
con su ropa ahuecada y su cara renegrida por el sol
y su mugre histórica
pensé
el olor de adolfo iba seguido de adolfo
profetizando al barrio su llegada
como un cristo insultante como un che
llamando a la revolución
en su definitivo
camino
hacia la muerte
C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario