la simpleza me resulta una virtud
por eso atesoro
y replico con alegría honesta
del corazón
las recetas sencillas y sabrosas
puedo dedicar mi tiempo a preparar comidas que lleven muchas horas
si estas son muchas horas de simpleza
de pequeños actos humildes concatenados
como "mis" empanadas criollas
que han terminado siendo "mías" de tanto hacerlas
a ojo
con cuidado
de un día para el otro para que macere bien
y "mías" porque no son cordobesas, ni salteñas, ni dulces, ni criollas picantes, ni cortadas a cuchillo
son una mezcla diversa que deseé conservar
las aprendí a hacer en la villa
una vez que íbamos a vender empanadas con las mujeres del barrio
y ellas
como vinieron de diferentes latitudes
aportaron de allá y de acullá
y yo recuperé la carbonada de esa junta
como me pareció
y cuando las cocino pienso en ellas
las honro
y doy de comer lo simple
el calorcito claro del medio día
la olla común
la belleza sabia de las mujeres del barrio
un poco percudida por la pobreza
pero brillante bajo el sol
el piso de tierra
la fe en la equidad
y esa sabrosidad que resultaba inentendible para mí
ese gozo de vivir
de alimentar y amar
con celebración y gusto
en cualquier circunstancia
C.