miércoles, 30 de marzo de 2011

de un programa de dolina

























"El verdadero milagro de la vida no es encontrarse con uno mismo, que después de todo no es más que una paradoja de quinta. Lo importante es encontrarse con alguien. Esos efímeros puentes que dentro de este mundo de islas algunos suelen tender; efímeros porque duran muy poco y hechos quizas de la misma materia de la que están hechos los sueños.
Por ahí, cada tanto, en esa horrenda soledad que es la vida, uno liga un puente. Un puente que se puede tejer con un cariño o con un amor; quiere decir que en este mundo donde todas las citas son fallidas, o casi todas las citas son fallidas, en donde casi todo consiste en ir a esquinas donde nadie acude, en donde casi todos los encuentros fallan. Mi vida es ir a buscar y no
encontrar, y es así... Salvo alguna que otra vez, como flechas luminosas en la noche, en que uno va a una esquina y hay alguien, bueno... yo creo que eso merece festejarse y festejarlo con dignidad, y hacer digno ese pequeño puentecito que se ha tendido.
Solo una vez en la vida de un hombre pasa un centímetro cúbico de suerte y solo la pescará el que este todo el tiempo atento.
Nos toca solo un cachito de suerte en la vida y el peor de los pecados es dejarla pasar. Hay que estar atento a las señales, atento a las citas, que se cumplen pero son muy pocas, atento a los sueños que se dan, pero son muy pocos...."

(en "Síndrome de domingos por la tarde")

martes, 29 de marzo de 2011

entresueño de soledades



















Es un oso blanco sentado en la nieve.
Entre el oso y la nieve,
lo suave y lo frío.
Si recortara al oso de la nieve
me quedaría con un pedazo de nieve
o un pedazo de oso.
Está demasiado pegado a lo blanco.
Le cuesta saber cuándo se mueve,
porque no ve sus pies caminar.
A  veces tiene miedo
de estarse borrando de a poco,
un miedo blanco y espeso,
de no darse cuenta...

L.

domingo, 27 de marzo de 2011

Amorosidades

                


















                      a Aye porque la dulzura es también y siempre fuerza

Cuando una abre o cierra cajitas o cajas, o cajones o armarios, o ventanas o puertas, siente en general o en personal -que me hago cargo- un vértigo que sube de las plantas y una sorpresa que baja desde algún sitio; siempre que en ese abrir y cerrar vaya la vida, es decir, se gire la brújula para otro norte, se cambie el reloj de hora y tal vez de mano, se busque la lupa o la linterna para mirar bien despacito y profundo, se saquen los amuletos con talismanes o dientes, y se cuelguen escapularios en las penas, que llegan a buscarnos cuado una cierra o abre, así, con convicción perruna y entercada, con ánimos de asombro y de deslumbre.
De allí pasa una a dejar por infierno o por cielo, que no por tierra, lo que una supo u olió o besó con cautela o frotó con desgarro; y pasa también a habitar las nuevas esquinas y baches, las nuevas camas y sueños. Pero ya no está claro, hasta dónde qué y por dónde cómo, entonces, una anda de equilibrios queriendo brillar por todos lados y es cósmica a veces, y otras es brea asfixiante y oscura. Pero anda, bien y mal anda sonriendo, colgándose una flor de la cabeza, saltando por la calle como niña, sacando a bailar al entusiasmo un baile de mamarrachos cariñosos... Y se equivoca, a veces, digo nomás que se equivoca y no está mal ni un poquito de mal, si una quiere prenderse el sol, si por prenderse el sol se cae una, y además de lastimarse deja un hueco en la tierra que pisa con los pasos. No es cuestión de caerse siempre al mismo sitio, y desfondarlo y hundirlo, hasta que dentre el cuerpito todo de quien cae; sino de remacharse a la caída y ponerle la curita al primer hueco, y preguntárle qué le duele si le duele, y mimarle la herida hasta que nazca un limonero o un níspero, o una plantita de albaca, o una florcita silvestre, o una hojita apenas, pero verde, del verde de las venas, de la vida...

C.

sábado, 26 de marzo de 2011

Dolida como estás


jirones de dolor
trapitos rojos
pañuelos blancos
cuánto agujero torneado en tu pecho de madre
cuánto vacío espeso
qué ásperas manos enrejadas
qué piel de bandera malherida
qué mujer ha sufrido como vos
-te han desaparecido las voces-
qué mujer ha parido estas desgracias
-te han matado la inocencia a picaneadas-
qué mujer bañó en sangre a sus hijitos
qué mujer -Argentina- como vos?!.

C.

La Perla



Perla perla cuánta muerte
te baña el nombre luminoso
cuánto dolor te inunda los ladrillos
cuánto ideal se entierra en tus simientes
cuánto vacío repleto de presencias
de identidaes y rostros y voces perdidas
y encontradas y escuchadas y vueltas cariño
y esperanza y lucha y compañía
cuánta picana y fusil para mamar justicia
cuánto insomnio helado para soñar el mundo
cuánta tortura perla cuánta muerte
en tu infierno de seguir aún con vida
mientras te vamos escarbando la memoria.

C.

Su santo nombre en vano

que no estrenen la bronca si el amor no la nace
que no griten justicia con disfraz mentiroso
que no claven banderas mezquinando igualdades
que no me hablen de lucha -con heróica altura-
si se olvidan del barro procurando estrategias
si no viven hermanxs lxs que sueñan sencillo
si hostigan de necias nuestras voces diversas
que no me hablen de acuerdos -militantes gloriosos-
diciendo malamente a la revolución
que la revolución es otra cosa
bastante hermosa y jodida
que la revolución compañeros
                                    es otra cosa.

C.

miércoles, 23 de marzo de 2011

humahuaca II




Se empezó a quejar una vez que estuvo donde siempre quiso estar. Antes, tal vez, no sentía ausencias, sino inquietudes,como cuando uno tiene la sensación de que va a vomitar, lo que se dice mariposas en la panza, a veces, o angustias otras veces. Lo escuchaba con bastante poca atención. (No me impresionaba, por nada del mundo me impresionaba)
 Se admiraba mucho de sí, porque sabía que a su lindo trabajo lo había conseguido solito, siendo bien inteligente y extrovertido. Viajó, fijó cosas bonitas en su cámara genial, comprada por sí mismo, abrió su propio blog, se enamoró de H, pasó de lamentarse a dar consejos de éxito, sus domingos se solearon y hasta logró serias propuestas de publicación para su veta artística. Toda esta parla en media hora mas o menos.
Una vez de las primeras tocó a su puerta, en el 5ºB, y no respondió, Miró su mano, intentó golpeando nuevamente con su oído fijo en la madera, sintió el vibrato, pero dudó. Había algo malo en el golpeteo. Volvió a tocar y escuchó que ella se asomaba por la mirilla y retrocedía sigilosa, se alejaba, no volvía... Es el golpeteo. Miró su mano. Histeriqueó sin repercusiones y volvió a las dos semanas. Pero sus manos estaban distintas, preparadas para recibir otra respuesta. Primero las tostó al sol, luego las baño en aloe vera para curar los excesos, se secó, les consiguió exquisita crema de cacao, y por fin las frotó en ramitos de lavanda. El 5ºB se abrió para él. Parecía una boludez, pero algo había cambiado. Contento, de su boca salieron conejitos y algunos peces. Parado en su escenario habló y habló ya sin parar, atendiendo no a las mariposas, sino a la música, a lo bonito de hilar una palabra con otra. Las veía, se iban dibujando en el aire, mientras ella las miraba salir y rodearla, susurrarle bajito, arrinconarla.
 Para no perderse, cuando tenía la posibilidad de ver su imagen en el espejo, en paralelo se decía "X, X, este soy yo, X".
Y así en el 7ºA, 8ºC, 1ºD, en el H, hasta que las mariposas se exiliaron: "pal norte", y lo esperaron en las montañas rojas, azules, verdes y violetas...
Dijo (sin querer) que no ve más puertas, ni su mano, ni mujeres, ni bocas, ni mujeres, ni miradas, ni ojos, ni mujeres. Solo una  niebla de palabras (sus palabras). Vacío (dice), las agarra al azar, hace bollitos y las tira contra una, contra todas.
Ese día le sorprendió que sus pasos hacían ruido en el pasillo oscuro (obscuro), que la lluvia le mojaba la cara, que el olor al cigarrillo es fuerte y penetrante, y que hay brazos que abrazan con un suave, antiguo gusto de mariposas...

L.

Conexiones


será que me ves cuando bailo
cuando tatúo las calles desprevenida y alegre
con los colores del día entre los ojos
con la mañana de olores en la piel
radiante por simple
inmensa
como el mar y la sol
como esta brisa que cae
de pajaritos de cielo
dulce
como la distracción más inocente
como yo misma cuando pienso
que acaso mientras bailo vos me ves.

C.

En la vereda del frente

























la historia es una puerta
de un lado estás vos del otro yo
"y si vos querés te paso a buscar"
cantando esa canción o la que gustes
o te mando algún beso mariposa
o simplemente me cruzo o te acercás
a besarme en la frente el arcoíris
y si no...
la historia es una puerta
de un lado estoy yo del otro vos
podemos olvidarnos
y no hacerla

C.

mirada a tientas


A veces de leer mucho algo que me gusta, que me gusta y todavía no sé cómo ni  para qué, me quedo en profundo silencio de palabras mías. Me siento que estoy sentadita, tiesa, mientras me enseñan una canción. Una voz, otra voz, otra, y contrapunto, y me imagino el teatro donde sólo hay inmenso y luces, y el director extravagante de una orquesta. Todo se va inventando a medida que lo miro, se van sumando los sonidos, se abrazan y se conversan, mientras me envuelvo ahí, quietecita, petrificada, vibrante, y me atraviesan como mías, como de mi boca, retumbando en mi cabeza el sonido, la cadencia en palabras, recuerdos de sensaciones mudas.
L.

jueves, 17 de marzo de 2011

Actualidaciones

"la princesa está triste"
porque la llamaron princesa en primer caso
y su tristeza no es de perlas ni de brillo
sino de puro barro y panes duros
su tristeza le cae de los ojos
y llega hasta la mugre de las suelas
con sus huecos de frío despintado
jugando a cenicienta con el carro
y el flaco caballo de hambres viejos
la miran con desprecio a la princesa
porque sale a gritar las realidades
con su presencia firme y su voz muda
la culpan de algún robo a la princesa
la culpan de ser pobre hasta el insulto
y ella se pone triste algunas veces
y ella desviste el odio algunas veces
"la princesa está triste
¿qué tendrá la princesa?"...
y lo que tiene es vida de la brava
le duele la insolencia en todo el cuerpo.

C.

miércoles, 16 de marzo de 2011

el hambre/2















Un sistema de desvínculo: El buey solo bien se lame.
El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar. El sistema, que no da de comer,tampoco da de amar: a muchos los condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos.


(galeano-el libro de los abrazos)
es que ando con hambre de abrazos.....

martes, 15 de marzo de 2011

Ese amor que vale la pena y la vida

Naciendo pasos
























                                          escuchando a Chucho Valdes

de a poco me doy cuenta
si estoy a prendiendo a caminar
será con los ojos cerrados
del vértigo
será con la piel incendiada
del mundo
del mundo todo en este cuerpo
pequeño cuerpo de pan
ardiendo
sin prisa
para quemarme entera
sin prisa
para asolarme el cuero
sin prisa
para contar pisadas
sin prisa
que sola doy que voy haciendo
por las calles viejas que me cruzan
tengo las luces verdes las sorpresas
encuentran vía libre a los antojos
en mi piel tostada de locuras
de sueños desnudos y ansiosos de universo
corriendo por los poros
sin prisa
con los ojitos cerrados
del vértigo
valiendosé de las firmezas
las dulzuras las pasiones los piecitos
con los ojos absortos
de andar naciendome los pasos
sin prisa
de ir pariendome las ganas
sin prisa
como ansias de fururo
y ahora...
caminar

C.

lunes, 14 de marzo de 2011

Dos días en la vida

me siento rara tal vez
me siento humana
con vos me ha pasado que no sé
que no puedo explicar que me atraviesa
quizá porque se escapa y no controlo
esta vez la fuerza que circunda
tengo la imbécil sensación de que la vida
tendió la trampa dulce y no nosotros
a veces me pregunto si fui yo la que te descarrió para estas aguas
y a veces me parece que sos vos el que me sacudió los fundamentos
en fin y al fin y al cabo esta es la cosa
sos un hombre entre hombres y yo soy
una mujer sin más entre mujeres
entonces es ahí que no comprendo
por qué esta incertidumbre tan sin puertas
me decís preocupado que el problema
es sentir que el amor te anda sobrando
y a mí me sobra amor desde hace tiempo
vos lo vas a crecer en una piel
yo lo voy a nacer por este mundo
pero creo más allá de todo esto
que lo nuestro no fue un sueño ni su sombra
sino la vida misma tan profunda
y su contradicción irresolvible
el mal y el bien mezclados en la sangre
la inocencia consciente del pecado
la alegría que presume sus dolores
la intensa conexión de inconexiones
la posibilidad de lo imposible
una linda locura una locura
como el naranja y la fruta en los idiomas
o el misterio de la música en caset
y no te dejo ir porque yo quiera
sino porque no puedo retenerte
y sí te quiero feliz antes que mío
y sí te quiero feliz
y sí te quiero.

C.

viernes, 11 de marzo de 2011

negros de mierda

En un lugar donde trabajo están colgadas prolijamente en un cuadro en la pared estimulantes palabras:

Las leyes del jefe
 
1- El jefe tiene la razón
2- El jefe siempre tiene la razón
3- Ante la improbable hipótesis de que un empleado tuviese razón, entrarán inmediatamente en vigencia los art. 1 y 2.
4- El jefe no duerme, reposa.
5- El jefe no come, se nutre.
6- El jefe no bebe, degusta.
7- El jefe nunca llega tarde, se ha visto demorado.
8- El jefe nunca abandona el trabajo, es requerida su presencia en otro lado.
9- El jefe nunca lee el diario en la oficina, se informa.
10- El jefe no familiariza con la secretaria... la educa.
11- Quien entre en la oficina del jefe con ideas propias, debe ajustarlas a las del jefe.
12- El jefe piensa por todos.
13- Mas se piensa como el jefe, más se hace carrera.

“y para colmo, discutir con estos negros de mierda!” (la señora se refiere a un empleado que el día nueve del mes, necesita cobrar su sueldo, el gas le venció desde el mes pasado, la luz el 3 era el primer vencimiento, el alquiler hay que pagarlo a más tardar mañana, sino se viene en la inmobiliaria un “mirá este negro de mierda que se empeña, parece, en no pagar a tiempo el alquiler, no sé por qué los negros son tan impuntuales, una cuestión de cultura, se ve”). Es que la señora (madre del jefe) está muy estresada: un camión se rompió por abuso de uso, un camionero está de vacaciones, otro camión se rompió, renunció otro, y el chiquito este se queja de la muela (el chiquito este tiene 21 años, parece ya de 35, trabaja 14 horas al día cortando y levantando maderas, al rayo del sol y viaja desde lejos para venir y para volver)… "Señora, no es que no le ponga voluntad, es que el camión no está andando bien, y los viajes se hacen en más tiempo, si sí, si me importa la empresa, no nó, no me da lo mismo que perdamos clientes, discúlpeme… una última cosa, me puede prestar entonces para el pasaje? Y el de mañana también señora, el que necesito para volver acá, suficiente que hago malabares a esta altura para comer"…“el cobrador  renunció Carlos, no sé de dónde quiere que saque plata, usted es un cara dura, váyase de acá”… “pero viste el carácter que tienen? Exigiéndole a una, lo único que faltaba, a ver si hacen bien su trabajo, para empezar”

Y nos gritan mientras callamos,
sólo pueden hacerlo entonces
Nuestra boca tiesa
y el puño tan cerrado, duro,
humillado en el silencio
Y la garganta que nos duele
Con un infierno de verdades
Ellas no se resisten quietas por mucho
Y pateándonos el cuello
Nos amenazan el cuerpo
Y ese es el secreto. El nuestro

L.

jueves, 10 de marzo de 2011

Mecanismo del poder


cuando nació no había mantas
de Mimo & Co ni postre Shimy
había teta dulce y un tejido
cuando aprendió no había Tomaselli
para andar por el parque los domingos
había tierra buena pa jugar
y un par de amigos en la calle
cuando creció no había una Budweiser
en un bar de Cañada o de Rondeau
lo que había era contra la pared
abrí las piernas y los brazos
qué hacés acá negro de mierda
y cuando tuvo edad yo no lo culpo
no hubo facultad sí policía
sí hubo sueldo fijo y chumbo en mano
entonces dijo él negro de mierda
te voy a hacer cagar teneme miedo
a otro que nació con teta y poncho
y nunca tuvo parque ni justicia.

C.

La las



                                          a Candelaria y a todas las cumpas con la lucha alegre en la sangre

la humanidad la pueblo
se busca en las memorias de la historia
y pocas veces se halla bella fuerte
alentada en la dulzura poderosa
de besar las diferencias y encontrarse
en cambio tantas veces el orgullo
y el totalitarismo divisivo
se acuerdan de borrar senos mestizos
y vientres caminantes y violetas
aguerridas de entusiasmo en las verdades
acunadas por la madre libertad...

hemos sido escupidas apedreadas
picaneadas detenidas despintadas
hemos sido escondidas desnombradas
fusiladas y desaparecidas
hemos sido escamoteadas para nunca
y sin embargo somos bellas fuertes
aguerridas endulzadas verdaderas
luchadoras del respeto y la justicia
hacedoras del amor sangrante y vivo

y sin embargo somos revulsivas
porque nos olvidamos la inocencia
y no pueden tildarnos de sumisas
porque gritamos ¡No! y decimos ¡Basta!
y andamos bienpariendo rebeldía.

C.

Vueleando

el pájaro era azul desde la cuna
sus ojos chiquititos y lluviosos
volavan más alto que las nubes

era feliz y andante
con su propio y encarnado firmamento
hasta que lo pintaron de amarillo
y la derrota tuvo olor a muerte

(le habían dado a elegir
-sin mucha diplomacia-
"amarillo canario o negro tero"
pero vivir azul
¡tan mar!
¡tan cielo!
era ni más ni menos
un ESCÁNDALO)

C.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Para que mames la ternura






                           












       a sus hijos

si alguna vez me mataron
me murieron
con fusil o con mentira
me desaparecieron trocitos
me fui volviendo invisible
recogiendo mis huellas a escondidas
fue un poquito por mí y otro poquito por vos
que naciste de mi cuerpo o de otro cuerpo
que naciste
con el olor del amor en las entrañas
con el amor de la lucha en los olores
con la esperanza de niño esperancita
-que voltea la injusticia de un tincazo
y juega con el mundo al veo veo-
fue un poquito por vos futurisueño
para que comas papilla de humildad
y gatees por la tierra del perdón
del perdón a los que cargan con la culpa
(que no estrenaron aún pero qué importa)
para que el hambre omnipotente no te encuentre
para que la moda estúpida no te invite
para que seas un niño de muchos años la niña anciana
niños al fin y al infinito
fue un poquito por mí y otro poquito por vos
para que me lleves colgada del recuerdo
para que vivas feliz futurisueño.

C.

El cielo a través de tus ojos

                                       a Carmencita

me dijiste: el cielo se rajó
mirá la nube blanca y la gris-lluvia
y en medio está rajado/ lo miré
¿se estará decantando el odio del amor?
¿se estará mestizando el firmamento?
¿será que está jugando Dios a Pollock?
o será que tu inocencia crea el mundo.

C.

Intemperie
















vamos a dormir picanubecita
que salió la luz a pintar el mundo
que no hay cuco malo ni hombre de la bolsa
y ya se despierta toda la ciudad
vamos a dormir picacorazones
que ya no hay fantasmas yendo por ahí
venga mi chiquito pecho contra pecho
que al perverso frío se lo tragó el sol.

C.

requiem

 















Cuando uno dice
basta de grotescos
ya está
ahí están todos los desafíos juntos,
los ecos que te amenazan la piel,
que te erizan de náusea
cuando te empujan de a besitos
en abismos de angustia
Y una persona
casi sin nombre
sopla suave
en el oído de las otras
y las intima a irse.
Pero ahí sí que no.
La persona sin nombre
tan perfecto, tan niño bien,
ahí, tan cerca como cualquiera,
se autoproclama
para mí, y para él,
sobretodo para él,
y trata de borrar
cosas tatuadísimas
en los momentos de la menor densidad de palabras.
Pero eso no se debe, eso no puede.
Lamentablemente
eso no se hace

L.

martes, 1 de marzo de 2011

Sin llaves y a oscuras


Era uno de esos días en que todo sale bien.
Había limpiado la casa y escrito
dos o tres poemas que me gustaban.
No pedía más.
Entonces salí al pasillo para tirar la basura
y detrás de mí, por una correntada,
la puerta se cerró.
Quedé sin llaves y a oscuras
sintiendo las voces de mis vecinos
a través de sus puertas.
Es transitorio, me dije;
pero así también podría ser la muerte:
un pasillo oscuro,
una puerta cerrada con la llave adentro
la basura en la mano.


En "El Salmón", de Fabián Casas